A esta altura de la temporada del PGA Tour, las luces amarillas brillan con mayor intensidad para el presente y el futuro mediato de Andrés Romero. Ubicado en el puesto 157 del ranking de la FedEx Cup, “Pigu” se aleja, semana a semana, del objetivo de jugar los cuatro torneos grandes con que se cierra el circuito. Y lo que es peor, ve peligrar la revalidación de su tarjeta para seguir en el tour.
El Quicken Loans National que comienza hoy en el Congressional CC de Bethesda, Maryland es una buena chance para el tucumano de recuperar parte del terreno perdido. El estadounidense Erik Compton y el coreano D.H. Lee serán hoy sus compañeros de salida, a partir de las 9.36 y desde el hoyo 10. El otro argentino en competencia, el cordobés Ángel Cabrera, saldrá desde el 1 a las 13.48, con el australiano Geoff Ogilvy y el sudafricano Retief Goosen.
Vaivenes
Lo de Romero esta temporada no es demasiado alentador. Disputó 18 certámenes y en la mitad no pudo superar el corte clasificatorio. Su mejor trabajo lo concretó en el Honda Classic (fue 12°) y fue tres veces top 25. En el Farmers Insurance en el que se vio un claro ejemplo de sus vaivenes: llegó al último día de competencia precedido de una excelente tarjeta de 67 unidades. Y cuando tuvo la chance de acelerar, cerró su faena con una presentación de 78.
Para los play-off de la FedEx se clasificarán los primeros 125 jugadores por acumulación de puntos durante la temporada que se extiende de enero a octubre. Culmina con el Tour Championship en el East Lake GC de Atlanta. Luego de esta viene la temporada de otoño boreal, en la que los jugadores hacen un último intento por conservar sus pases al año siguiente.
Si bien la situación del tucumano no es cómoda, en su caso siempre queda la posibilidad de dar el golpe en alguna competencia, por actitud y nivel de juego. Muchas veces se dijo que el verdadero rival de “Pigu” no es el campo que enfrenta, sino él mismo. Si supera eso, sus chances crecen.